¡Hola, queridos lectores!
Ya se aproxima la mundialmente conocida festividad de Halloween. Los tonos naranjas, rojos, morados, negros y verdes, dominarán los escaparates y, los supermercados, se llenarán de chocolates y dulces con formas terroríficas que inundarán los ojos de los más golosos.
Sin embargo, esta festividad es relativamente nueva para nosotros. Las generaciones más jóvenes han nacido con la tentación y la han aceptado como suya. Los "más mayores", aún la vemos como esa "intrusa divertida" que de repente un día llamó a nuestra puerta diciendo "trick or treat", y llenó la víspera de Todos los Santos de disfraces y decoraciones espeluznantes.
A pesar de lo que muchos creen, Halloween no es una fiesta de origen americano. Esta festividad pagana, tiene sus orígenes en los celtas de Irlanda y Gran Bretaña, los cuales creían que, en la noche del 31 de octubre, coincidiendo con el fin del verano y la recogida de la cosecha para el nuevo año, las almas de los difuntos podrían rondar a sus anchas junto con los vivos y destrozar lo cosechado. Para ahuyentar dichas almas, se encendían grandes hogueras en las cimas de las colinas y así evitarían que los malos espíritus se acercaran a sus víveres para el invierno.
MATERIALES:
Puerta de clase, 2018 |
Después de esta introducción con un poco de historia, os dejo con una actividad muy sencilla que hicimos el año pasado en el cole. Es una manera perfecta de preparar un detalle para una fiesta "Halloweenera", además, muchos de los materiales los tendreís por casa.
¡Síganme los buenos, que comenzamos!
MATERIALES:
- Palitos de madera (tipo polos veraniegos)
- Una calaverita mejicana (podéis descargarla pinchando aquí)*.
- Rotuladores de colores
- Ceras blandas
- Rotulador permanente rojo / negro
- Vasitos pequeños de plástico
- Bolsitas de plástico
- Pegamento de barra y cinta de cierre
- Por supuesto, ¡CHUCHES! Aunque podríamos llenar los vasitos de frutos secos y frutas, que sería mucho más saludable... pero esto... que no se entere nadie que os lo he dicho :)
* Tip: si imprimimos la calaverita en cartulinas tamaño folio, mucho mejor. Así la calaverita es más resistente a los colores de los rotuladores y se sujeta más firme al palito.
MÉTODO:
1º. Comenzamos pintando los palitos con las ceras. A rayas, con lunares, multicolor, con corazones,... cuanto más originales... ¡más llamativas quedarán!
2º. Ahora, pintamos las calaveritas. ¡Dejad que los colores bailen sobre ellas y las llenen de vida!
3º. Pegamos la calaverita al palito con el pegamento y la dejamos aparte.
4º. Con los rotuladores permanentes, pintamos una carita a nuestro vasito. En clase, le pintamos unos ojitos negros, alguna manchita de sangre chorreante, con bocas zigzageantes y algún que otro ojo bailongo con las cejas muy juntas (no se aprecia por la bolsita, pero ahí estaban nuestros "vaso-monstruos").
5º. Llenamos nuestros vasitos de chuches, metemos dentro la calavera, embolsamos y cerramos.
¡Pues listo!
¡Ya tenemos nuestros "vaso-monstruos"!
¿Conocéis alguna otra actividad "Halloweenera" que queráis compartir?
¡Déjala explicada en un comentario!
¿Os vais a animar a hacer los "vaso-monstruos" en casa?
Si los hacéis, compartir las fotos en el colegio con los profes para que podamos subirlas al blog y todos vean los resultados.
¡Besos terroríficamente apretados a todos!
Pasad una tarde de ... ¡MIEDO!
Ja ja ¡Me acuerdo yo de esos vasos! Se lo pasaron pipa haciéndolos.
ResponderEliminarDe verdad, Ruth!! Disfrutamos mucho con esa clase. Besos gordos!
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